lunes, julio 08, 2013

Las familias son de distintas formas...


El trailer que ven en esta entrada es para una película llamada "Boxtrolls", y lo más llamativo del mismo es cómo maneja el tema de la familia. O al menos a mi me llamó la atención.

En el video se explica que las familias son de distintos tipos. En unas hay una madre, en otras un padre, otras veces hay dos papás, en otras los dos padres son mamás, hay algunas con muchos familiares... y luego están las familias de cajas, que es el concepto de la película.

Pero hay que dar un pequeño reconocimiento: aceptan que hay familias de 2 papás y familias de 2 mamás. Esto, por lo que he leído, representa la primera vez en la historia que una cinta de corte infantil toca el tema de las parejas del mismo sexo. Y la verdad me da gusto.

En esta época es bastante complicado el tema de las parejas del mismo sexo porque hay muchos factores involucrados: las creencias religiosas, los prejuicios personales, etc... cuando lo más fácil sería tomar una postura de respeto.

Yo personalmente creo en el respeto como forma de convivencia primaria. No tengo ningún problema con las personas que tienen preferencias sexuales distintas a la mia, y lo único que espero de ellos es que respeten que mi preferencia es heterosexual. Para mi es sencillo pedirlo porque pertenezco al status quo, pero para otros no lo es. Por eso trato de, al menos yo, dar ese respeto.

Total que me estoy desviando del tema. El trailer de Boxtrolls es muy interesante por ese simple detalle, y la verdad después de verlo se quedó ocupando un espacio en este [Cerebro en Renta]

jueves, julio 04, 2013

Eso de leer a García Márquez...

Antes de empezar debo decir que no he leído mucho a García Márquez. Azares del destino, afán de leer a otros, el hecho de que todo mundo insista en que lo lea (soy necio, qué les puedo decir) han ido provocando que mi contacto con este autor sea limitado. Pero apenas ayer pude leer otro de sus libros.

El título en cuestión es "La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada", y curiosamente va muy en la línea de lo que he estado leyendo recientemente: libros de cuentos. Y honestamente hay que decirlo: este es muy bueno.

Personalmente me gustó mucho el cuento "El ahogado más hermoso del mundo" y "Blacamán el bueno, vendedor de milagros", aparte del cuento que da título al libro (y que ocupa la mitad del mismo). Los demás cuentos incluidos son también muy buenos, pero como siempre pasa hay unos que te pegan más cerca que otros, y a mi esos tres me gustaron bastante.

No voy a entrar en reseñas literarias o análisis complejos del libro porque honestamente no soy la persona adecuada para hacerlo. Me limito a decir que me gustó el libro y que se los recomiendo si les gusta leer cuentos. 

Personalmente, tras haber leido "El amor en los tiempos del cólera" y este libro, me declaro listo y dispuesto para seguir adentrándome en la obra de García Márquez. Aunque todos me lo recomienden y me quieran dar un orden específico de cómo leer sus libros, algo que usualmente me molesta.

Pero bueno, eso de leer a García Márquez viene así, con muchas recomendaciones.

domingo, agosto 26, 2012

Hoy cumple años el Cronopio que me enseñó a llorar...





El día de hoy Julio Cortázar cumpliría 98 años. Lamentablemente no está vivo y lo único que nos queda es recordar el trabajo de este extraordinario autor. Y aquí está mi humilde reflexión sobre uno de los autores que más me han impactado.

Primero que nada, debo decir que no soy un lector extenso de Cortázar. He leído en total 4 libros de él (Rayuela, Bestiario, La Otra Orilla e Historias de Cronopios y Famas), pero debo decir que cada experiencia ha sido maravillosa. De hecho creo que por eso no he avanzado más rápido con su obra: me es imposible asimilar todo lo que Cortázar escribe, y eso me deja un tanto agotado. Por eso leo uno de sus libros, dejo que sus palabras vayan permeando en este cerebro en renta y después de un tiempo tomo otro libro.

De Cortázar aprendí que los libros no se leen siempre del principio al final. Con él entendí los pasos para llorar, para subir las escaleras y entendí que no es necesario hablar solamente con palabras conocidas o aceptadas. También aprendí que no es necesario entender todo un libro para amarlo: amo Rayuela porque estoy convencido de que al no haberlo entendido del todo tendré que regresar una y otra vez a él. Y le agradezco eso.

Recuerdo perfectamente que lo primero que leí de Cortázar en mi vida fue el cuento "Casa Tomada", que viene en Bestiario (el primer libro que leí de él). A la fecha es un cuento que me intriga, me deja pensando exactamente cómo pasaron las cosas y creo que entre más lo leo más conjeturas hago. Ese cuento (que se extiende por unas cuantas páginas) hizo que me enganchara al trabajo de Julio, y justo después de ese leí "Carta a una Señorita en París". Wow, eso fue el toque final. Después de esos dos cuentos mi relación con el trabajo de Julio Cortázar estaba definida: sería para toda la vida.

Así que hoy que estamos celebrando casi un siglo del nacimiento de este gran Cronopio, solo me queda agradecer el haberme topado con su obra. Es una de las cosas que de verdad agradezco en mi vida.

Como dicen en Argentina, Sos grande Julio. Sos grande.

miércoles, agosto 15, 2012

Prueba

Acabo de bajar el app de android para blogger. La verdad no se que tal se vea en el blog, asi que estoy probando.

Una flor en el desierto...

Debo confesar algo: viajar en transporte público en México es una de las experiencias más desagradables de que hay. De verdad. El servicio es malo, los choferes manejan extremadamente mal (habrá excepciones, pero no recuerdo haberme subido en un transporte manejado por una de esas excepciones) y no es raro que durante el viaje se lleve uno un susto porque puede sufrir un accidente. Suena exagerado pero es cierto.

El problema es que uno necesita usar ese transporte. Y como ya hay experiencia pues uno ya está preparado para lo que viene. Y hoy al moverme del lugar donde estoy tomando un curso a mi sitio de trabajo no fue la excepción: el chofer iba muy rápido y en al menos una ocasión pensé que íbamos a chocar. 

Y fue cuando en ese viaje cuando pasó algo poco usual.

Una persona le hizo la parada al autobus, y este se detuvo algo brusco. Curiosamente la persona que le había hecho la señal no se subió, solamente había hecho la seña para que una chica invidente pudiera abordar. La persona la ayudó a subir y confirmó que el autobus era el adecuado. El chofer respondió amablemente que era la ruta indicada y esperó pacientemente a que la chica subiera. De hecho no avanzó hasta que ella se encontraba sentada. algo que solamente sucedió cuando ella subió. 

Por eso titulé esta entrada "una flor en el desierto". El chofer manejó mal desde que me subí (seguramente desde antes) y siguió manejando todo el resto del camino, pero cuando esta chica subió él tuvo la amabilidad de esperar a que se sentara para arrancar. Dentro de todo lo malo que fue el viaje y el servicio del chofer, hubo un buen momento. 

Y la verdad lo agradezco. No tuvo que ver directamente conmigo, pero cuando menos me deja ver que aùn quedan pequeñas rendijas de amabilidad en la gente.

Eso, la verdad, ya es ganancia en este desierto llamado ciudad.