viernes, mayo 09, 2008

Casa de campo...

Hola a todos... despues de algunos dias de ausencia involuntaria, estoy de regreso... ahora les presento una pequeña historia, espero les guste.

Casa de campo

Erick manejo por un par de horas para llegar a la casa de campo que le había prestado su amigo del trabajo. Siguió las instrucciones de cómo llegar al pie de la letra y no tuvo ningún problema para encontrar la casa de dos pisos que le habían prestado por un par de días. Al bajar del auto se dio cuenta que Sandra ya estaba ahí, y aunque le sorprendió la velocidad con la que ella había llegado la verdad es que estaba contento de verla ahí. Bajo su maleta y la metió a la casa, en el cuarto que estaba al final del segundo piso, donde se recostó por unos minutos para relajarse del viaje en carretera. Sandra se acostó junto a él, viéndolo fijamente y esbozando una sonrisa. Al despertar Erick tomo una ducha y preparo algo de comer. La verdad casi no hablaba con Sandra, ella se limitaba a pasar de un cuarto a otro y le lanzaba picaras sonrisas de vez en vez. Así paso el resto del día y cerca de la media noche Erick se quedo dormido con un libro entre sus manos, y Sandra a su lado.

A la mañana siguiente se levanto temprano, Sandra no estaba ya en la cama, se puso unos pantalones cortos y se dispuso a correr un poco por el enorme campo que había enfrente de la casa. Le gustaba que en ese lugar casi no hubiera casas, le daba una sensación de libertad a la que él no estaba acostumbrado en la gran ciudad. Después de una hora de estar trotando, dio media vuelta y regreso a la misma velocidad a la casa. Desde lo lejos podía ver a Sandra que estaba parada en la puerta de la casa, esperando a que Erick volviera. No apuro mucho el paso, porque estaba algo cansado, pero tenia ganas de regresar, de hablar con ella, de dejar atrás las peleas que habían tenido en semanas previas, y volver a ser la pareja que alguna vez había causado envidia en sus amigos.

Al llegar a la casa Sandra ya no estaba en la puerta. Erick entró y la busco, pero no la encontraba por ninguna parte. Se recostó en un enorme sillón que estaba en la planta baja, se quedo dormido por unos minutos y al despertar reinició su búsqueda. Al no encontrarla, tomo aire lentamente, fue al cuarto donde había dejado su maleta y comenzó a buscar. Saco su teléfono celular de una de las bolsas del pantalón que había usado un día antes, y comenzó a marcar. Espero, y después de un par de timbres, una voz de mujer le contesto. Erick dijo: “Sandra, mira, he pensado mucho en todo lo que ha pasado, me gustaría que lo pudiéramos hablar. Ahora mismo estoy en la casa de campo de Mauricio, me la presto por un par de días, pero para serte honesto no he hecho otra cosa que pensar en ti… ¿podemos vernos mañana?"

No hay comentarios: